En un momento de la historia de esta provincia, surgió entre personas afines una inquietud humanista y un sentido cívico y social con la clara intención de hacer partícipe a la ciudadanía de diversas propuestas artísticas. Fue en la Tertulia del Rinconcillo en donde se gesta el embrión de muchas experiencias artísticas de las que algunas se materializaron más tarde, como fueron, el Festival de Cante Jondo, las Misiones Pedagógicas, La Barraca y el intento de recuperación de la tradición popular de los títeres de cachiporra cuyo personaje arquetípico es Cristobica.